Ser
emprendedor en un país donde la crisis es el pan nuestro de cada día, pudiera
parecer cuesta arriba, sin embargo, según estudios psicológicos existen 10
rasgos espirituales necesarios para el logro de resultados óptimos y que sin
duda pueden servir de apoyo a quienes quieren iniciar un nuevo negocio
Aunque
no lo crean, las últimas tendencias en consultoría, talento humano,
administración por valores y liderazgo,
señalan que incluir la dimensión espiritual del ser humano es un
ingrediente indispensable para su sana participación gremial, laboral,
profesional, pues le aporta una sana plataforma para la consecución del éxito.
No
obstante, la inclusión de lo espiritual en las organizaciones, no es nada fácil
porque generalmente se confunde con la utilización de términos o símbolos
religiosos. No obstante, si nos remitimos al significado de la palabra
"espíritu" en la RAE esta es "vigor natural y virtud que alienta
y fortifica el cuerpo a obrar". Siendo así ¿quién puede negar la importancia
de este factor en una persona, un grupo, o una empresa?
Por
si fuera poco, John C. Maxwell en su “Las 21 cualidades indispensables de un
líder”, sostiene que un aspecto importante de los directivos, de los líderes de
la actualidad, es el compromiso, y que el compromiso empieza en el corazón. Por
su parte, Steven Berglas, psicólogo y autor de “El Síndrome del Éxito”, señala
que la fortaleza de carácter no está precisamente en la mente, sino en el
corazón.
Así
pues, los expertos en esto de tener "éxito" aseguran que las cualidades
o factores claves para tenerlo son los siguientes:
- Ser
optimista: Cree y espera siempre resultados positivos, incluso en momentos de
dificultad, retos o crisis.
- Ser
entusiasta: ten altos niveles de interés, energía positiva, pasión o motivación
personal, incluso cuando otros te crean loco.
- Cree:
Creer en uno mismo, en los demás y/o en algo superior que sirve de apoyo y guía
en momentos de necesidad es más importante de lo que la gente piensa, no por
nada, la mayor tasa de suicidios se da entre aquellos sin ninguna vinculación
de tipo espiritual.
- Integridad:
ser honesto, tener un alto sentido de
justicia y vivir de acuerdo con sus
propias normas y defenderlas, es otro anclaje fundamental ante los embates de
la vida. Además, las personas que poseen estas características son líderes y
motivadores natos que pueden llevar a cabo grandes tareas.
- Valor:
Estar dispuesto a asumir riesgos y superar temores, no tiene nada que ver con
ser temerario, una persona "valiente" se atreve, incluso cuando el
resultado sea incierto.
- Confianza:
Nada se puede lograr sin estar seguro de sus propias habilidades, capacidades y
potencial.
- Determinación:
Ten una meta, un propósito o una causa sin darse por vencido. Esto no quiere
decir que nos centremos en el futuro. Todo lo contrario. Las metas se
construyen en el hoy y se palpan en el mañana
- Paciencia:
Esperar el momento oportuno, es el secreto de casi todo. La naturaleza
constantemente nos lo muestra, sigue su ejemplo.
- Calma:
De la prisa solo queda el cansancio, dice mi abuela siempre. Por eso, mantener
la serenidad y procurar equilibrar la vida cotidiana frente a las dificultades,
los desafíos o las crisis; debe ser una constante. Siempre que estés ante una
disyuntiva toma el tiempo necesario para reflexionar y pensar. Respira, y luego
sigue adelante.
- Enfoque:
Ten la atención dirigida hacia tus metas y prioridades.
Ser emprendedor en un país donde la crisis es el pan nuestro de cada día, pudiera parecer cuesta arriba, sin embargo, según estudios psicológicos existen 10 rasgos espirituales necesarios para el logro de resultados óptimos y que sin duda pueden servir de apoyo a quienes quieren iniciar un nuevo negocio
Aunque
no lo crean, las últimas tendencias en consultoría, talento humano,
administración por valores y liderazgo,
señalan que incluir la dimensión espiritual del ser humano es un
ingrediente indispensable para su sana participación gremial, laboral,
profesional, pues le aporta una sana plataforma para la consecución del éxito.
No
obstante, la inclusión de lo espiritual en las organizaciones, no es nada fácil
porque generalmente se confunde con la utilización de términos o símbolos
religiosos. No obstante, si nos remitimos al significado de la palabra
"espíritu" en la RAE esta es "vigor natural y virtud que alienta
y fortifica el cuerpo a obrar". Siendo así ¿quién puede negar la importancia
de este factor en una persona, un grupo, o una empresa?
Por
si fuera poco, John C. Maxwell en su “Las 21 cualidades indispensables de un
líder”, sostiene que un aspecto importante de los directivos, de los líderes de
la actualidad, es el compromiso, y que el compromiso empieza en el corazón. Por
su parte, Steven Berglas, psicólogo y autor de “El Síndrome del Éxito”, señala
que la fortaleza de carácter no está precisamente en la mente, sino en el
corazón.
Así
pues, los expertos en esto de tener "éxito" aseguran que las cualidades
o factores claves para tenerlo son los siguientes:
- Ser optimista: Cree y espera siempre resultados positivos, incluso en momentos de dificultad, retos o crisis.
- Ser entusiasta: ten altos niveles de interés, energía positiva, pasión o motivación personal, incluso cuando otros te crean loco.
- Cree: Creer en uno mismo, en los demás y/o en algo superior que sirve de apoyo y guía en momentos de necesidad es más importante de lo que la gente piensa, no por nada, la mayor tasa de suicidios se da entre aquellos sin ninguna vinculación de tipo espiritual.
- Integridad: ser honesto, tener un alto sentido de justicia y vivir de acuerdo con sus propias normas y defenderlas, es otro anclaje fundamental ante los embates de la vida. Además, las personas que poseen estas características son líderes y motivadores natos que pueden llevar a cabo grandes tareas.
- Valor: Estar dispuesto a asumir riesgos y superar temores, no tiene nada que ver con ser temerario, una persona "valiente" se atreve, incluso cuando el resultado sea incierto.
- Confianza: Nada se puede lograr sin estar seguro de sus propias habilidades, capacidades y potencial.
- Determinación: Ten una meta, un propósito o una causa sin darse por vencido. Esto no quiere decir que nos centremos en el futuro. Todo lo contrario. Las metas se construyen en el hoy y se palpan en el mañana
- Paciencia: Esperar el momento oportuno, es el secreto de casi todo. La naturaleza constantemente nos lo muestra, sigue su ejemplo.
- Calma: De la prisa solo queda el cansancio, dice mi abuela siempre. Por eso, mantener la serenidad y procurar equilibrar la vida cotidiana frente a las dificultades, los desafíos o las crisis; debe ser una constante. Siempre que estés ante una disyuntiva toma el tiempo necesario para reflexionar y pensar. Respira, y luego sigue adelante.
- Enfoque: Ten la atención dirigida hacia tus metas y prioridades.
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